Cómo dormir bien cuando hace frío

Conciliar el sueño en invierno no siempre es fácil, sobre todo si eres una persona muy friolera. Aunque la solución más sencilla podría ser encender la calefacción, tanto para nuestro bolsillo como para nuestra salud no es lo más recomendable. A continuación, te damos una serie de pautas para dormir a una temperatura óptima y no pasar frío durante la noche.

Ajustar la temperatura de la habitación
No es bueno dormir con frío ni con mucho calor. Está más o menos demostrado que la temperatura óptima para dormir ronda los 18 grados. Sé previsor y unas horas antes de ir a la cama utiliza el regulador de tu calefacción para ajustar la habitación a esa temperatura. Por supuesto, no olvides apagarla en el momento de acostarte.

Bloquear las corrientes de aire
Si por la puerta o las ventanas entra aire, corres el riesgo de que la habitación se vaya enfriando a lo largo de la noche. Comprueba que no tienes fugas de aire y, en caso de tenerlas, ponles solución con la ayuda de silicona, masilla o bajo puertas.

Tomar un baño caliente
Aprovecha la excusa del frío para llevar a cabo una rutina tan placentera como tomar un baño caliente una hora antes de dormir. Además de relajarte, te ayudará a mantener alta la temperatura corporal.

Beber una taza caliente
Otra rutina placentera que además puedes realizar en la cama mientras hojeas tu libro favorito. Según vayas tomando tu taza caliente, irás entrando en calor y podrás ir quitándote ropa y mantas de encima. Es importante que la bebida que elijas no contenga cafeína.

Usar ropa y mantas en capas
Como sabéis, normalmente el frío lo tenemos nada más acostarnos y luego ya, según pasan los minutos, empezamos a sentir el calor. Por eso, lo mejor es abrigarnos de forma que podamos ir quitando capas según aumente nuestra sensación de calor. Recuerda, la ropa de noche debe ser holgada para no comprometer la circulación de la sangre.

Bonus Track – Dormir desnudos
No, no se trata de ninguna locura.  Está comprobado que dormir sin pijama regula la temperatura corporal de manera más estable, ya que en ocasiones utilizar prendas que generan un calor excesivo provocan una mala transpiración y, por consiguiente, sudor.