Además de aportar vitaminas, minerales y fibra, los alimentos vegetales son fuentes alimentarias ricas en pigmentos. Estos nos ayudan a prevenir enfermedades cardiovasculares, algún tipo de cáncer y enfermedades degenerativas. A continuación, repasamos los beneficios de cada pigmento y dónde podemos encontrarlos.
El color rojo de frutas y verduras se debe al licopeno. Tiene efectos antioxidantes, antiinflamatorios y protectores frente a enfermedades cardiovasculares, neurodegenerativas y algún tipo de cáncer como el próstata o colon. Encontramos licopeno en tomates, fresas, sandías y pimientos.
Se debe a unos pigmentos llamados antocianinas que tienen un poder antioxidante extraordinario. También son beneficiosos para la vista y son antivirales, pues ayudan a combatir resfriados, infecciones y alergias. Los encontramos en arándanos, moras, uvas y ciruelas negras, piel de las berenjenas o la col lombarda.
El color anaranjado se debe a un grupo de pigmentos llamados carotenos, de los cuales el más interesante es el beta-caroteno porque mantiene en buen estado la visión o la piel, entre otros beneficios. Encontramos el beta-caroteno en boniatos, calabazas y zanahorias. Otro tipo de caroteno sería la luteína, que previene la formación de cataratas en el ojo.
Los vegetales de color verde contienen una variedad de sustancias fotoquímicas, incluidos la clorofila, los índoles y las saponinas. La clorofila posee propiedades oxigenantes y capacidad para favorecer la eliminación de los metales pesados, además de favorecer la regeneración de la flora bacteriana intestinal. Encontrarás clorofila en vegetales como espinacas, lechuga, acelga, col rizada, rúcula o perejil.
Los alimentos marrones y blancos son ricos en fitoquímicos como la alicina, que es conocida por sus propiedades antivíricas y antibacterianas. Busca este pigmento en cebollas, champiñones, coliflor, nabos, peras y ajos.
Aviso
Disponible próximamente